«La menstruación, además de ser una experiencia personal, es un asunto político, lo que hace necesario sacarla del lugar intimo»

Me pusieron por nombre Carolina, afortunadamente me gustó. Nací en cuarto creciente, gallo en el horóscopo chino y virgo en el zodiaco. Mi madre siempre decía de yo que vivía en las nubes, que soñaba dormida y despierta también, eso no ha cambiado mucho. Crecí en un lugar donde abunda el oro y el cuarzo, Segovia Antioquia, Colombia. Un pueblo misterioso y selvático lleno de historias de magia, brujas y apariciones. Mis ancestras fueron negras de cabellos apretados, con la dignidad indignada y la libertad usurpada.
Estudié psicología gracias a que una mujer un día me escribió en un papelito “Pilas, tienes con que, tienes talento y don de gente, no te detengas” y me lo creí. A los 16 años escribí mi primer libro, pero nunca lo publiqué. Memorias de un secuestro. Si, porque un par de meses atras estuve secuestrada por la guerrilla del ELN, pero como me había visto todos los capítulos de She-Ra, me sentía invencible y creía que podría salvarlos a ellos, así que la experiencia se convirtió en una gran aventura.
Desde niña aprendí a encontrar el brillo de la magia, a volar con mi imaginación, abstraerme de realidades adversas y concentrarme en lo que podía crear en medio de todo un estallido de dolor. Mis cuentos favoritos Alicia en el país de las maravillas y pulgarcita, amaba los gnomos, me encantaba dibujar y algo un poco extraño es que en las noches oscuras tenía la capacidad de ver caer bolitas de colores del cielo.
Siempre me gustaron los libros, mi papá compraba enciclopedias en el círculo de lectores, creo que los cuentos me ayudaron a escapar muchas veces, a volar sin querer mirar para abajo esquivando una que otra bala.
Feminista y educadora menstrual. En permanente búsqueda de mi misma, a veces me encuentro y a veces me vuelvo a perder; hija de Iansã, Diosa orixá de los vientos y las tempestades, cada segundo representa una nueva oportunidad de amarme, de creer y confiar en mí, de descubrir lo secretos que tengo guardados en mi piel. Mi amiga Claudia dice que yo soy una fábrica de ideas y tengo ganas de creérmelo. Mamá de Samuel, un muchacho valiente que me ha acompañado en la aventura de la vida.
Me gustan los menjurjes de brujas, bañarme con plantas, elevar mis pensamientos por medio del tabaco. Apasionada por los viajes, la contemplación, el vino y la comida. Colecciono piedras, me gusta leer novelas, crear, imaginar, fantasear y últimamente me enamoro todos los días.
No pretendo vibrar solo en el amor, siento completamente sano, humano y fascinante danzar todas las emociones y sentimientos que me puedan habitar. Adoro la medicina del NO y dejo fluir en mi ser, cuantas veces sea posible y necesario, la bendita indignación.
Desde mi construcción, no concibo la política sin espiritualidad ni la espiritualidad sin política; dicho de otra manera, con el corazón elevado y los pies bien puestos en la tierra. En mi sentir, es tiempo de tejer ambas instancias, armonizar y equilibrar. Y lo más importante: ¡hago con pasión y AMO lo que hago!
Psicóloga, especialista en Cultura de Paz. Creadora de Princesas Menstruantes. Autora de los libros: El vestido de Blancanieves se ha teñido de rojo, Jardines Mágicos, El aquelarre de las Princesas, El juego la aventura del óvulo y el Oráculo EmpoderHadas. Fue galardonada como Antioqueña de oro 2019 en la categoria Social y política por el proyecto Princesas Menstruantes, máximo reconocimiento de la Gobernación a la labor de las mujeres.